EL DERRUMBE

Después de despedirnos de nuestros anfitriones en la aldea de Dazhai con besos, abrazos y algunas fotos, nos dirigimos a Ping An. Sabiamos bien la ruta y donde teníamos que hacer trasbordo por las claras explicaciones de mimo con las que nos indicaron. Cogimos un bus cargado de cestas y artilugios varios y después de empujar para que arrancara, emprendimos el camino por la carretera que bordea las monta#as.  De repente, en medio del risco, para el autobús, se baja todo el mundo y la revisora nos echa. Nos bajamos sorprendidos, pero mayor sorpresa fue descubrir el motivo de todo esto. Un derrumbe que tenia el camino totalmente cubierto de rocas afiladas. Seguimos al grupo y vimos que se disponían a escalar las ruinas de piedra, nosotros hicimos lo propio, aunque muy patosamente. Cargados con nuestras mochilas perdiamos el equilibrio constantemente y, el grupo que nos cruzamos, que iban a coger nuestro autobús de vuelta a Dazhai nos tuvo que ayudar a no caer y herirnos certeramente con aquellos peligrosos filos. Lo gracioso es que mientras llevaban un cerdo en una cesta con una mano, con la otra nos mantenían en pie, Bendita gente de la monta#a! Al final llegamos salvos al otro lado donde nos esperaba otro bus para continuar nuestra ruta. Esto debe de ser cosa habitual, pues me pareció que todo el mundo se lo tomaba como algo rutinario.

Gracias a las gentes de Dazhai por salvar mis tobillos de las heridas que me habria hecho sin su ayuda!!!