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martes, 23 de febrero de 2010

Los guerreros de terracota


      Dicen que a Qin Shi Huang, el primer Emperador de China, le aterraban los demonios que le esperaban en la otra vida, otros dicen que pretendía continuar tras su muerte con las conquistas que logró en vida. Hay quien cree que pretendía dejar constancia para posteridad de su magnificencia y otros opinan que fue un homenaje al ejército que le otorgó el poder de Emperador. Por algunos de estos motivos, o por algún otro, mandó construir un ejército de más de siete mil soldados y caballos en su mausoleo.

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En la primavera de 1974, unos campesinos del pueblo de Lintong, cerca de Xi’An, estaban excavando un pozo cuando, casualmente, encontraron fragmentos de una estatuilla de terracota. Los mayores del pueblo comentaron que recordaban que sus padres encontraron varias figuras, y que creyendo que eran demonios o algo parecido, las destruían y volvían a enterrar bien hondo. Pero en esta ocasión la noticia llegó a oídos del Comité Provincial de Shaanxi para la Protección y Conservación de los Monumentos Históricos y rápidamente se pusieron manos a la obra. Enseguida se dieron cuenta de la importancia del hallazgo y constataron que, cómo decía la leyenda, el mausoleo del Primer Emperador estaba en las tierras de Xi’An.

      La primera fosa que encontraron (llamada Nº1, no es coña) es una gran cámara subterránea rectangular de 210 x 60 metros. En su interior, dispuestos en 11 pasillos de unos 3 metros de ancho por 200 de largo, se encuentran unas seis mil estatuas a tamaño natural de guerreros, carros y caballos de terracota. Un ejército entero en formación de batalla. En mayo del 76 se encontró a unos 20 metros de la fosa Nº1, la denominada fosa Nº2. Más pequeña, que alberga a la caballería con 1400 piezas entre soldados y caballos. La fosa Nº3, a otros 20 metros de la 2ª, es aun más pequeña y es conocida como la fosa de los generales. En ella hay unas 69 figuras colocadas en un orden más ceremonial, el estado mayor del ejercito.
   

   En la construcción de las fosas, las figuras y el resto del mausoleo trabajaron 700.000 personas, artesanos y albañiles, aunque la mayoría eran presos obligados a realizar trabajos forzados. Esta obra requirió un trabajo de 38 años y se cree que el emperador falleció antes de que se completaran sus planes. Resulta espectacular comprobar como cada figura tiene una personalidad única. Sus rasgos faciales, todos distintos, los identifican como de las distintas etnias que formaban el gran ejercito original. Puedes ver sus expresiones, unos desafiantes, otros sonrientes, asustados o feroces, sus peinados, sus posturas, sus manos … es casi escalofriante. Esto me lleva a hacerme la pregunta de si realmente tomaron como modelos a los soldados del emperador. 







 
 Todos estaban equipados con verdaderas armas, muchas de las cuales fueron robadas durante la insurrección que se dio tres años después de la muerte de Qin Shi Huang y que también acabó con muchas figuras quemadas y destruidas y el resto, realizadas en madera y hierro lacado, se han desintegrado tras dos mil doscientos años. 



Cada vez que los arqueólogos desenterraban un soldado lo encontraban ricamente pintado, pero a los 5 minutos de exposición al oxigeno los colores se desvanecen, este es uno de los motivos por los que han parado las excavaciones aunque aun quedan muchísimas figuras bajo tierra.
      Esta gran obra me dejó sin habla, mi cámara de fotos se volvió loca y pasé mucho tiempo intentando adivinar el misterio encerrado tras cada rostro. Pero a lo que mi imaginación no alcanza es a visualizar la hazaña en su totalidad. Los guerreros de terracota son una pequeña muestra de los tesoros arqueológicos enterrados en el mausoleo imperial, que abarca una extensión de 60 kilómetro cuadrados. El gobierno chino, prudentemente, ha decidido no iniciar más excavaciones hasta poder asegurarse de realizar una buena labor, por temor a estropear en el intento lo que allí se encuentra enterrado.

      Juzgado como tirano, cruel y derrochador, Qin Shi Huang dejó tras de si dos de las ocho maravillas del mundo, La Gran Muralla China y Los Guerreros de Terracota de Xi’An.
Mas información sobre Quin Shi Huang aquí

2 comentarios:

  1. karina.
    me encanta estoy facinada quiero saber mass!!! :D

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    1. Grácias Karina!
      Lo mejor es ir a Siam y visitarlos tu misma!!
      Un abrazo

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